Su presunto cómplice fue absuelto en el juicio. Recuperó la libertad luego de que un abogado detectó y reveló el doble criterio judicial.
En una trama digna de una trama cinematográfica, un acusado de robar en una vivienda de la localidad de Altos de San Lorenzo pasó más de seis años detenido por un hecho que no está del todo claro. Esta particular historia fue advertida por el abogado que logró, en juicio oral, la absolución del otro acusado en el supuesto robo quien estuvo cuatro meses detenido, llego a debate en libertad y probó que se trató de una causa armada por el denunciante y el personal policial de la comisaría Octava de La Plata.
Daniel Almirón y Gabriel Fredes fueron detenidos en diciembre de 2013 acusados del supuesto robo a una vivienda en jurisdicción de esa seccional policial. Fueron puestos en prisión tras la denuncia de la presunta víctima, pero luego de cuatro meses Almirón recuperó la libertad por orden de la Cámara de Apelaciones y en juicio oral fue absuelto. Durante todo el proceso fue asistido por el abogado Lautaro Slpizer.
Fredes no tuvo la misma suerte. En el allanamiento de su vivienda le encontraron un arma de fuego que, según sostiene, fue “plantada” por personal policial. Nunca le creyeron esa versión. En el marco de un juicio abreviado que le ofrecieron para no ir a juicio oral, fue condenado a siete años y un mes de prisión. Almirón no aceptó la propuesta del fiscal, fue a debate y quedó libre de culpa y cargo.
Luego de años 6 años y 7 meses de prisión y varios cambios de defensores, Fredes recurrió a la asistencia de quien fue abogado de su presunto cómplice en el robo y logró la libertad condicional. En el escrito presentado ante la jueza de Ejecución, Claudia Marengo, el abogado Splizer aseguró que “la víctima” del robo “nunca apareció” en el juicio oral de Almirón “y los numerosos testigos que se presentaron, absolutamente ninguno acuso a Almirón como tampoco a Fredes”. Es decir, en el juicio oral por el robo del que fueron acusados Almirón y Fredes, nadie los señaló como los autores del hecho.
Para el abogado se trató de “una falsa denuncia de la víctima” y dio los motivos de la misma: el denunciante “acosaba sexualmente a la hija de Almirón y éste, enterado de lo sucedido, en una tarde de borrachera junto con su amigo Fredes, fueron al domicilio de la supuesta víctima a increparlo desde la calle pero no salió sino hasta que Almirón y Fredes se retiraron”.
Luego de los gritos y la invitación a pelear “la supuesta víctima en connivencia con un primo que trabajaba en la (comisaría) Octava le armó la causa a Almirón y Fredes por robo”. “Robo que nunca existió”, detalló el defensor en su escrito.
Fredes, en el marco de un juicio abreviado con todas las garantías, asistido por el defensor oficial, aceptó purgar una condena por robo (que no se probó luego en el juicio de Almirón) y tenencia de arma.
La causa tuvo dos procesados. En el juicio oral para Almirón, la presunta víctima no fue a declarar y los testigos lo desvincularon. El caso fue investigado por el entonces fiscal Fernando Cartasegna, quien renunció en el marco de un escándalo por presunto armado de causas, entre otras varias irregularidades detectadas en una auditoria oficial.